Quizás no eres líder. La variable clave que lo explica todo.
No nos engañemos más y digamos las cosas por su nombre, hay muy pocos líderes extraordinarios en las empresas y sus equipos. Tanto en empresas nacientes, pequeñas, medianas o grandes.
¿Y cuál es la clave que hace que todo vaya mal?
La no distinción por parte de los jefes de equipos y organizaciones de los diferentes contextos en que se desenvuelven las empresas, sus equipos, sus negocios y sus industrias.
El contexto lo es todo. A veces debes ser tremendamente rápido en la toma de decisiones, otras veces no. A veces debes tratar con mucha paciencia a una persona, otras veces no. A veces debes ser muy innovador, en otras ocasiones no. A veces debes aprender muy rápido, otras veces hay más tiempo. A veces la incertidumbre es altísima, otras veces no tanto. La situación imperante es clave para ser un buen líder. Los contextos lo informan y conforman todo.
Esto se hace más intenso cuando tu empresa está por completo inmersa en un contexto absolutamente diferente y la forma de gestionarlo está causando problemas serios.
Pero insistimos en catalogar “las características claves” de los líderes, como si todos las empresa estuvieran viviendo situaciones, contextos y entornos iguales.
Cuando el contexto amerita un líder innovador dado que la empresa está afrontando necesidades claras de crear e innovar no podemos tener comandando a una persona que gestiona el presente, adore el status quo y sea temeroso.
Cuando el contexto requiere un líder algo autoritario dado que todo se cae a pedazos y se requieren decisiones rápidas para enmendar el rumbo, no tendrás un pensador de largo plazo genial. Una vez que se endereza la empresa y necesite reinventarse se requerirá otro tipo de líder. Y seguramente inventará un nuevo contexto. Algunos se adaptan a los contextos otros los inventan.
Esa es la razón de por qué un líder que ha comandando la primera etapa de una empresa que necesitó creación y experimentación hasta alcanzar un crecimiento importante se retire para dejar paso a un líder que continúe con el crecimiento y el siguiente nivel. Alguien especializado en crecer con equipos muchos mas grandes y expansiones muy importantes.
Vemos todos los días como directores de empresas, gerentes generales y jefes de equipos operan no entendiendo los contextos imperantes y fracasan rotundamente gestionando exitosamente en ese ambiente. Y por su puesto a costa de sus empleados y clientes. Y muchas veces generando dinero y rentabilidad, pero ya acercándose la noche, por supuesto sin percatarse.
Hoy los directores de empresas, gerentes y jefes de equipos que no se den cuenta o no quieren entender que muchas empresas requieren otros tipos de liderazgo para operar tiempos altamente inciertos donde la competencia viene de donde menos ellas y ellos creen y donde las personas comenzaron a entender que deben ser tratadas de otra forma, deberán dar un paso al lado y dejar a otros que comanden los nuevos tiempos. Creen nuevos contextos.
Es duro, pero es además de necesario, ético.
Las lecciones que surgen de la experiencia de un líder pueden ser completamente inaplicables a las de otro. Por eso se debe tener mucho cuidado a quién sigues, a quién respetas como líder. Winston Churchill puede ser genial para ti pero quizás no sea la persona como modelo para tu contexto.
Sin duda, ciertas cualidades, como demostrar preocupación por las personas y ofrecer una perspectiva crítica, alcanzar objetivos retadores siempre serán parte de lo que se necesita para ser un líder. Pero la importancia de otros elementos, como mantener a los grupos concentrados en las tareas y sacar lo mejor de los demás, colaborar, innovar, varía en importancia dependiendo de las circunstancias de una organización.
Se trata de estar perfectamente alineado con tu contexto. Muchas veces un “patito feo” puede ser un “cisne” si encuentra el estanque correcto. Por eso las organizaciones tienen que estar muy pendientes de sus divergentes, porque en algún momento los necesitarán y amarán (si es que todavía siguen en tu empresa).
Mira Silicon Valley o Israel que basan su éxito en “defectos de carácter” de sus emprendedores. Ellas y ellos son recompensados de manera única en estos sistemas, porque son los que pueden crear innovación sin igual. Hacen posible lo imposible. Son expertos en ese contexto. Y crean nuevos sub-contextos cada día.
Esto es especialmente clave hoy por hoy donde los cambios exponenciales están poniendo en jaque industrias enteras y sus empresas. Donde la era post-digital o era de la inteligencia artificial (Revolución Predictiva) está cambiando las bases mismas de cómo se hacen la cosas y cómo debe ser ser líder. El contexto cambió y algunos ni se enteraron.
Estarás en serios aprietos si aún no crees que la inteligencia artificial (AI), se incertará en todos los negocios (y ya lo hace en muchos), y que en 2 o 3 años ya ni se hablará de ella porque todo estará corriendo con sistemas inteligentes (AI), ayudando a mejorar drásticamente la eficiencia y generando nuevos modelos de negocios nunca imaginados, donde personas y sistemas AI trabajarán unidos cooperando, por supuesto bajo otras formas y dinámicas.
Soy tremendamente optimista de lo que viene, pero te invito a hacerte sinceramente las siguientes preguntas:
¿Soy un líder para estos tiempos y su contexto?
¿Es hora de aprender nuevas habilidades y cambiar la forma de pensar las empresas y ser líder?
¿Llegó la hora de partir?