Movimiento versus Avance y el mal del “Todo Suma”. Ayúdate con estos 7 puntos y véncelo sin piedad.
Si revisamos un día típico de un profesional en una empresa veremos todo tipo de actividades con que llena su agenda y las ejecuta. En muchísimos casos esto llena de orgullo y sentimiento de avance.
El problema que se suscita es el gran mal entendido entre Movimiento y Avance.
Mientras “moverse” produce una sensación de avance con el fin de conseguir el objetivo que te haz trazado para un cierto periodo de tiempo, la verdad no sucede. Decididamente no aportan nada relevante a los resultados.
Lamentablemente no todo suma, y en realidad muchas veces la mayoría de las actividades que un profesional hace en su día a día decididamente restan.
Por el contrario, “avanzar” es ejecutar actividades que producen resultados que nos permiten realmente avanzar en el objetivo que me he trazado. Apoyan decididamente el objetivo, las metas y su consecución.
Nos pasamos la vida “haciendo cosas” para sentirnos que estamos avanzando. El mal del “todo suma” ronda por ahí todo el rato. Algunos dicen que tiene forma y vida.
Muchas de estas actividades las generamos inconscientemente. Hemos creado el hábito de hacer lo que no hay que hacer sólo para sentirnos que avanzamos, pero la realidad es que sólo nos hemos estado moviendo.
Y no me refiero a la procrastinación propiamente tal, que se refiere a mal gastar el tiempo con actividades que no tienen nada que ver con el trabajo que estamos haciendo y sus objetivos. Me refiero en esto caso específicamente a actividades que creemos que realmente producirán valor y avance. Pero es claro que no lo lograrán. Pero te sientes fenomenal al final del día.
7 puntos a tener en cuenta para avanzar y no caer en el inútil movimiento perpetuo:
1. Ten muy claro tu objetivo y cómo lo bajas a tus actividades semanales y diarias. Tu agenda debe tener muy clara esas actividades. Ejecuta esas actividades.
2. Cada vez que tienes una actividad que no suma al avance y solo genera movimiento o una sensación de avance, simplemente no la hagas. No te olvides que no todo suma, la mayoría de lo que hacemos resta a los objetivos.
3. Si te imponen hacer algo que sabes que resta, conversa con esa persona y explícale cuál es tu objetivo y por qué atenta contra el avance que te has trazado.
4. Si decides realizar una actividad como experimento donde quieres probar o validar algún supuesto con el fin de avanzar en tu objetivo, en ese caso no importa fallar. En este caso el aprendizaje logrado es el avance y eso suma e informa el siguiente experimento.
5. No confundas hacer experimentos sin tener claro qué quieres exactamente probar o invalidar. La palabra experimento está muy de moda pero sino es bien usado sólo termina siendo una evasiva para hacer cosas que te hacen sentir en movimiento pero no conducen a avanzar.
6. Si quieres imponer actividades a tu equipo primero júntate con ellas y ellos y revisa bien que harán y cómo estas actividades realmente ayudarán a avanzar y no caer en movimiento inútil.
7. Comienza la mañana muy temprano revisando tu agenda y termina el día reflexionando. Eso te permite mejorar tu foco día a día y avanzar sin tregua reduciendo caer en el mal del “Todo Suma”.