Los 7 Pasos para tener Suerte.
La suerte se construye a partir de “tentarla”. Paro para lograrlo debes hacer algunas cosas para que suceda y aparezca, lo que algunos denominan “por arte de magia”.
La suerte es la conexión en algún momento de elementos e ideas que has ido poniendo en tu cabeza y que al unirlas se transforman en algo que te permite crear valor importante para ti. La conexión exitosa de ideas permiten resolver nuevos problemas, nuevas formas de crear, nuevas formas de relacionarse, en definitiva algo novedoso que no estaba en tu cabeza y sobre la mesa. En definitiva la suerte es la culminación de la conexión de ideas que construyen algo de valor superior que no estaba presupuestado. Lo que algunos llaman el a-ha moment.
A veces conectar elementos e ideas llevará años, otras veces minutos. Pero para tener “mucha suerte” en algo que realmente informe o genere algo extraordinario tomará tiempo y esfuerzo. Búsqueda y experimentación. Reflexión y crítica. Empatía y colaboración.
Por ejemplo se cuenta que cuando a Newton le cae del árbol una manzana en su cabeza se le ocurre el concepto de la gravedad. Lo cierto es que Newton llevaba años alimentando su cabeza con pensamientos e ideas fruto de una ardua investigación y reflexión y fue ese momento culmine que lo ayudó a idear la gravedad. El creó su suerte.
Te detallo 7 Pasos claves parar construir suerte:
1. Lee libros sistemáticamente y anota las ideas que van surgiendo de esa lectura. Para esto es vital buscar libros de buen nivel tanto en lo que se refiere a ficción y no ficción. Busca un lugar donde ir acumulando esas ideas para re-visitarlas periódicamente. Puedes usar un cuaderno, una aplicación en tu móvil, post-its, pizarras o cualquier otro elemento.
2. Reflexiona sistemáticamente temas importantes y coloca en jaque creencias y supuestos que tienes arraigados. Para esto te aconsejo hacerlo deliberadamente al menos 2 veces a la semana, y mejor si lo haces por escrito para poder volverlo a leer, re-escribir y sumar. Puedes hacerlo físico, digital o ambos. Primero solo escribe tus reflexiones dejando correr tus pensamientos y al final revisa y edita lo que quieras sumar o cambiar. Otra forma de reflexionar es hacerlo caminando tranquilamente por la ciudad, el campo o la playa. Es muy interesante el efecto que la caminata provoca sobre la reflexión, ya que fácilmente nuestro cerebro entra en modo difuso y se abre la mente intensamente.
3. No dejes que el status quo te consuma y te ponga a funcionar como una oveja. Cuando estás sumida o sumido en un trabajo muy repetitivo y de bajo gasto intelectual entras en una zona de monotonía perpetua que te lleva a estados infelices y muchas veces depresivos. Si no puedes arrancar de estos trabajos suma y estructura periodos diferentes y opuestos para abrir tu cabeza y generar nuevas ideas. En definitiva cambia tu ambiente y contexto.
4. Sal de la zona de confort deliberadamente para generar experiencias diferentes que te generen ideas y emociones diferentes. Para esto atrévete deliberadamente a hacer actividades totalmente nuevas a las que acostumbras a realizar. Si tienes miedo de hacerlo eso es un excelente aviso de que te estás alejando de tu zona de confort. Crea experimentos y ejecútalos para probar supuestos que has creado. Muévete, impúlsate, sal fuera de la caja. Y hazlo a menudo.
5. Conversa temas importantes con personas en que realmente se pueda intercambiar opiniones que generen real valor mutuo. Escucha mucho y opina mucho y termina la conversación resumiendo las lecciones aprendidas. No dejes de anotar lo que creas es importante o podría llegar a serlo.
6. Aprende nuevas habilidades practicando deliberadamente con alta persistencia y paciencia. Aprende la historia de China, aprende a hablar en público, aprende a crear una campaña de marketing en Facebook o lo que tu quieras y te sea de interés. Sé persistente para alcanzar un buen nivel de conocimiento y uso. Escribe un diario de tu viaje por ese aprendizaje y las ideas, conexiones y analogías generadas. Nunca olvides la fuerza de las analogías para crear suerte. Es tan fuerte el efecto analogía que muchas veces parece que estuvieras pensando en algo desubicado pero encontrarás ahí la conexión de oro.
7. Acumula ideas que se te vayan ocurriendo en cualquier momento. Nuestra mente divaga muchas horas al día. Es la “electricidad” natural del cerebro y trabaja inconscientemente. Esta divagación muchas veces arroja ideas interesantes. Inmediatamente anótalas para que las vayas acumulando. Por eso es tan importante siempre andar con una pequeña libreta o una buena aplicación móvil para tomar notas. Busca trazas de orden en el desorden de nuestro inconsciente.
La suerte se aprende. La suerte no es esperanza. La suerte se construye.