Bendita Incertidumbre
¿Recuerdas la última vez que tomaste una decisión importante y la incertidumbre te generó nervios y ansiedad, antes y luego de la decisión? Toda decisión importante tiene asociada variables desconocidas con la posibilidad de pérdida, y esto nos hace sentir asustados y preocupados. Odiamos fallar.
Cuando creas algo, las decisiones que tomas tienen un riesgo asociado, por lo tanto una probabilidad de falla. Los típicos riesgos son pérdida de dinero, pérdida de reputación, pérdida de tiempo, pérdida de relaciones, pérdida de la posibilidad de seguir con lo que estabas creando, etc. Mientras mayor percibimos el riesgo, mayores pérdidas estimamos ocurrirán. Y mayor aversión a fallar.
Lamentablemente, este sentimiento excesivo de miedo ante la incertidumbre y la posibilidad de fallar, está arraigado en nuestro inconsciente por años de conexión con un sistema que no permite tomar riesgos y menos fallar, y donde tu mismo has estado sin poder o querer salir. Al final esto te limita y te pone excesivamente cauteloso a la hora de crear cosas nuevas que cambien el curso de lo que eres, y lo que haces. Es imposible crear y cambiar nuestra vida sin tomar riesgos y aprender de las fallas.
La seguridad y la estabilidad actual te gana todos los días. Y en muchos casos lo logra sin piedad. Siempre habrá sinrazones para mantener el status quo. Además, a muchos les interesa que te mantengas ahí. Y como venimos comentando en artículos pasados el gran costo es que terminas viviendo una vida que no quieres.
Esto sucede sistemáticamente tanto a profesionales y ejecutivos de empresas, freelancers y emprendedores, agobiados con más de lo mismo.
Se podrían lograr avances notables si nuestra forma de pensar fuera más agresiva, más valiente, más corajuda. Pero Latinoamérica vive una crisis de valentía y coraje para crear e innovar de verdad. Esto significa cambiar nuestro sistema de vida para experimentar con nuevas modelos, aprovechando los grandes avances que ya viven con nosotros, donde empresas como Amazon, Google, Apple, Facebook, Airbnb, Tesla, Slack, Spotify, Netflix, PayPal y muchas otras están aceleradamente explotándolos a su favor y el de sus clientes.
La buena noticia es que la incertidumbre te pone poco confortable, y ese es un indicador extraordinario de que ahí es donde debes comenzar tu nuevo cambio, tu nuevo comienzo, tu reinnovación. Es una luz indicadora magnífica que te avisa, ¡ahora es el momento de tomar acción!
Esto es muy importante en estos momentos en que vemos tanta gente viviendo vidas que no quieren vivir, y donde Latinoamérica sufre y sufrirá mucho con los acelerados cambios que están ocurriendo en el mundo, y que no se detendrán, aumentando aún mas la incertidumbre.
La incertidumbre es maravillosa porque es ahí donde están las grandes oportunidades. La certidumbre está agotada, ahí es muy difícil tomar ventaja para hacer cosas extraordinarias. Crear, experimentar e innovar se vive dentro de la incertidumbre. Cuando comienzas a tomar riesgos comienzas a comprometerte con intentar algo más allá del status quo. Comienzas a entender que experimentar, probar y fallar son parte del juego. Son fabulosamente necesarios.
Es importante indicar que el miedo e inseguridad que se genera con la incertidumbre, la hacemos está vez jugar a nuestro favor. Es lo que nos impulsa y nos mueve a cambiar las cosas. Es el impulso necesario para comenzar a diseñar la vida que realmente queremos vivir, y hacer lo que realmente nos importa.
Comienza a hacer jugar la incertidumbre, a tu favor.
Algunas preguntas claves:
¿Cómo puedo entender y gestionar la incertidumbre y usarla a mi favor para crear un proyecto de vida a través de reinnovarme?
¿Cómo aprovechar las restricciones que impone la incertidumbre y aprender a fallar para acelerar el aprendizaje?
¿Cómo diseño mi nueva vida dentro de mi empresa, mi nuevo propósito, mi nueva misión?
¿Cómo comienzo a usar las nuevas tecnologías para crear cosas extraordinarias?
¿Cuánto riesgo debo tomar?
¿Cómo yo mismo lidero el cambio?
¿Cómo avanzo más rápido?
¿Cómo venzo la resistencia que vive en mí cada día?
¿Qué metodología uso para darle sentido a todo esto?